Vistas de página en total

viernes, 6 de diciembre de 2013

TGIF ...

Hoy no hay whiskey. Sólo  música de algún lugar del mundo que me embriaga porque junto con ella, que está seduciendo mis oídos y que sin resistirse está dominando ese sentido, me siento en un momento en el que sin querer, el resto de mis sentidos está siendo ultrajado de una forma inesperada.  Mi vista se fue perdiendo poco a poco en la seductora experiencia de ver el sol abrirse paso entre las hojas verdes de los árboles que rodean el parque y el sitio en el que me encuentro, además de gente bien vestida, sonriente, joven, vieja, que disfrutan su café… Y mientras todo esto ocurre, el ligero viento fresco golpea mi cara suavemente, sin molestarme, sólo recordándome que no hay duda de que estoy vivo y de que formo parte de la escena, un viento que llega ocasional y que lo siento en todo el cuerpo, gente que empieza su día. Mi olfato y mi gusto desean también sentir, y no esperan demasiado, porque junto con el viento llega ese aroma mezclado de naturaleza con café, las plantas desprenden su aroma matutino, y mi taza de café me invita a oler y a probar. ¡Qué más da!, me dejo llevar, dejo unos minutos mi trabajo, mis correos, mis escritos, mis problemas y mis pensamientos de agobio, tomo la taza de café y acabo por invadir el gusto y el olfato con esa bebida con la que es un placer amanecer. 

Y entonces recuerdo que es viernes, que el día es hermoso, que estoy en la ciudad más grande del mundo, que estoy en mi ciudad, que estoy rodeado aún de gente que me quiere y a la que yo quiero, que no todo es bello en la vida, pero que las cosas bellas superan enormemente cualquier cosa. Recuerdo que lo más preciado es la libertad y la salud. Con ello podemos lograr miles de cosas, hay millones de cosas buenas en este planeta, y en nuestra vida. Me entrego por completo durante unos minutos a ese pensamiento, que increíblemente me llena de energía, de vitalidad, de ganas de seguir adelante.

Hoy falleció un exponente importante de la vida y de la libertad, y eventualmente todos llegamos a un ocaso de vida, y cuando ese día llegue, nada se detiene, el mundo sigue girando, y mientras que llega ese día, deja que tus sentidos se embriaguen, disfruta lo que hay a tu alrededor.. estoy seguro de que algo bueno hay por ahí, y eso te llevará a muchas más cosas buenas, así que … "carpe diem".